05 septiembre 2012

LA CUEVA MAS PROFUNDA DEL MUNDO

Cueva de Voronia / Cueva del Cuervo
Compilado y estructurado por el Dr. Fernando Durand Mejía 


UBICACION DE LA CUEVA

EQUIPO Y PROFUNDIDADES

INGRESANDO

CAMPAMENTO Y ALMACEN AL INTERIOR



La Cueva de Voronia, Cueva de Krubera-Voronia o Cueva de Kruber (Cueva del cuervo)  entre otros nombres, es la cueva más profunda de la Tierra. Se encuentra en el Macizo de Arabika en los Montes de Gagra, en Abjasia - Cáucaso / Rusia. Es parte del sistema de cuevas de Arabika.

La Profundidad de bajada  de la cueva es de 2,191 metros. En los -2.140 m comienza la zona inundada, pero en el año 2010-2012 se estableció un nuevo récord de bajada en los -2,191 m.

El punto más bajo es accesible desde otras dos entradas del Sistema de Cuevas Arabika: la "Cueva Kubishev" y la "Fosa de Henrich", situadas en la parte baja de la falda de la montaña. La entrada de otra cueva del sistema, la "Cueva Berchil" se encuentra a 100 metros por encima de la cueva Voronia. Se especula que pueda estar conectada con las otras tres, lo que le arrojaría una profundidad de sobre unos -2.240 metros. En febrero de 2012, el equipo hispano-ruso encabezado por D. Provalov y S. García-Dils cree que el potencial total de la sima puede superar los 2,700 metros, ya que existen cavidades 150 m por encima de la entrada de Voronia y los experimentos realizados con trazado químico demuestran la conexión de esta cavidad con surgencias localizadas a 400 m bajo el nivel del Mar Negro.
Principales Cuevas y sus profundidades:
Krubera, Georgia (Abkhazia) 2,080m (6,822ft)
Lamprechtsofen, Austria 1,631m (5,354 ft)
Gouffre Mirolda, Francia 1,626m (5,335 ft)
Reseau Jean Bernard, Francia 1,602m (5,256 ft)
Torca del Cerro, España 1,589m (5,213 ft)
Sarma, Georgia (Abkhazia) 1,542m (5,062 ft)
Cehi 2, Slovenia, 1,533m (5,030 ft)

Nombres:
La "Cueva de Voronia" significa la "Cueva del Cuervo". Otro de los nombres proviene del geógrafo Aleksandr Kruber. Hasta 1983 se le conocía como "Cueva Sibirskaya" (Cueva Siberiana) debido a que fue una expedición conformada por espeolólogos siberianos procedentes de las ciudades de Krasnoyarsk, Novosibirsk y Tomsk los descubridores.

Ubicación:

Resumen de su conformación por Klimchouk A. B., Samokhin G. V. & Kasjan Yu. M.

Arabika es un macizo en el Cáucaso Occidental compuesto por calizas del Jurásico superior y Cretácico inferior con inmersión suroeste a la orilla del mar negro y hundiendose por debajo del nivel del mar. El sector central (elevaciones en 2,000-2,700 m) se caracteriza por el paisaje kárstico de alta montaña pronunciada y alberga varias cuevas profundas, incluyendo la cueva más profunda del mundo (Cueva de Voronia o Voronja) recientemente exploradas hasta la profundidad de-2,191 m. experimentos de rastreo realizados con tintes en 1984-1985 revelaron que la zona de la cueva de Voronia está conectada hidráulicamente con grandes manantiales en la orilla del mar negro y la descarga de submarina, con el flujo dirigido a través de grandes estructuras de pliegue.

La Cueva de Voronia tiene un perfil muy empinado y revela un gran espesor de la zona vadosa. Su límite inferior está en elevación de unos 110 m, lo que sugiere un gradiente hidráulico en general muy bajo de 0.007-0.008. Reportados como de baja salinidad las aguas subterráneas había aprovechado por perforaciones en el área de la costa en profundidades 40-280, 500, 1750 y 2250 m, lo que sugiere la existencia de sistema de flujo profundo con flujo vigoroso. Descarga submarino en la costa de Arabika es reportado a profundidades de hasta aprox. 400 m sobre el nivel del mar.
Gran depresión submarina cerrada se revela en el fondo del mar frente a Arabika con el punto más profundo de aprox. 400 m sobre el nivel del mar. Estos hechos apuntan a la posibilidad de que el sistema principal de karst en Arabika podría haberse originado en respuesta a la crisis salina del Mesiniense (5,96 – 5,33 Myr) cuando el mar negro podría haberse casi secado, de manera similar al Mediterráneo adyacente donde el nivel del mar desciende hasta 1,600 m estando esto bien establecido. Mayor desarrollo de la zona vadosa enorme y una cueva bañada han sido causados por aumentos posteriores durante el Plioceno-Pleistoceno, altamente diferencial entre el sector de la costa (0,1-0,2 km de levantamiento total) y el sector central (2-2.5 km) de Arabika.

BUCEANDO

SIFONES DE AGUA

FORMACIONES ROCOSAS



TEMPERATURA DE 2 A 6 GRADOS

DIFICIL ACCESO


Historia de la exploración:
Los más importantes momentos de la exploración de esta cueva única son los siguientes:

Ø El año 1960: la cueva fue encontrada por exploradores georgianos, llegando a una profundidad de 180 metros.
Ø El año 1980: una expedición ruso-polaca descubrió tres cuevas en el Sistema Arabika: la Cueva Siberiana, la Fosa de Henrich y la Cueva de Berchil.
Ø El año 2004, en octubre, el equipo UkrSA continuó hasta los -2,080 metros, y por primera vez en la historia de la espeleología una expedición superó los -2,000 metros en una cueva.
Ø El año 2007, en septiembre, el equipo UkrSA exploró la cueva hasta una profundidad de -2191 metros.
Ø Los años 2010-2012, El CAVEX Team encuentra "500 o 600 ejemplares de especies desconocidas", a -1,600 m la Schaefferia profundissima y, a -1,980 m, el ejemplo de vida animal a más profundidad del mundo, el Plutomurus ortobalaganensis, "una nueva especie de artrópodo de seis patas y color blanquecino".
Ø El año 2012, el día 7 de agosto los juveniles del equipo español Marc Segura de 15 años y Jordi Membrado de 13 años se convierten en los más jóvenes en alcanzar a nivel mundial la máxima profundidad de (-2080m) en espeleología la máxima cota alcanzable sin necesidad de equipo específico de buceo.
Ø El año 2012, el viernes día 10 de Agosto, la expedición internacional de espeleología liderada por el ucraniano Jura Kasjan y por el lituano Aidas Gudaitis de la que forman parte los españoles, consiguió batir el record del mundo de profundidad que poseía desde 2007 esta misma cueva, marcando la nueva cota de -2.197 m de profundidad. De nuevo el ucraniano Gennadiy Samokhin, quien ya lo hizo en 2007, ha sido el buceador que ha llegado a dicha cota.
Por ahora nadie sabe dónde está el final de la sima Krubera-Voronya. Para llegar a sus puntos más profundos hay que pasar dos o tres días arrastrándose por cavidades y salvando cinco sifones llenos de agua que obligan a bucear hasta 20 metros. Como si subiesen una montaña, los espeleólogos hacen noche en vivacs situados primero a 700 metros, luego a 1.400, 1.630 y 1.980 metros. A 2.140 metros comienza la parte inundada, en la que se ha logrado profundizar hasta llegar a los 2.191 metros, el actual récord de profundidad. El equipo de García-Dils cree que el final puede estar a unos 2.700 metros, aunque tal vez nunca se llegue tan lejos
Logros y Descubrimientos:
"Se trata de un ambiente de oscuridad total, con un humedad del 100%, temperaturas muy bajas y agua fría omnipresente", explica Sofía Reboleira, la investigadora de la Universidad de Aveiro (Portugal) que bajó a las profundidades de esta cueva durante el verano de 2,010. Reboleira, de 31 años, descendió a dos kilómetros de profundidad junto a Alberto Sendra (53 años), biólogo del Museo de Ciencias Naturales de Valencia. Los zoólogos de la Universidad de Navarra Enrique Baquero y Rafael Jordana también forman parte del equipo que firma este artículo.
El inquilino más aislado ha sido bautizado como 'Plutomurus ortobalaganensis'. Este artrópodo vive a nada menos que 1,980 metros bajo la superficie terrestre. "El hombre ha llegado como máximo a -2,191 y ha sido en esta misma cueva. Así que si éste es el animal más profundo que se ha encontrado en esta cueva, es el más profundo que se ha encontrado nunca (hablando siempre de terrestres, porque en simas marinas hay animales 'más profundos')", aclara Baquero a través de un correo electrónico. "A menos profundidad se han encontrado otros animales, que están siendo estudiados por otros zoólogos”
Los otros tres artrópodos fueron localizados a menos profundidad y han sido catalogados como 'Anurida stereoodorata', 'Deuteraphorura kruberaensis' y 'Schaefferia profundísima'.
El hallazgo de estas criaturas no ha sorprendido al zoólogo Enrique Baquero: "La vida llega hasta rincones increíbles. Lo difícil, habitualmente, es capturar a los ejemplares que lo demuestran. Hay que pensar que la cantidad de animales en estas situaciones, digamos extremas, es pequeña, y las posibilidades de capturarlos son bajas", explica.
Para sobrevivir en un ambiente tan inhóspito, caracterizado por la falta de luz y la escasez de alimentos, estos animales han desarrollado una serie de características especiales.
Por ejemplo, una de las especies, 'Anurida stereoodorata', cuenta con un quimiorreceptor que le ayuda a moverse en un ambiente tan complicado:  "Es un órgano sensorial químico que detecta sustancias de la misma forma que nuestra nariz, pero con mucha mayor sensibilidad", explica Enrique Baquero. La antena de esta especie animal, denominada PAO ('Post Antennal Organ') es especial, según el zoólogo, porque "es muy grande para lo que suele ser en otros colémbolos y porque está en una zona elevada y dirigido hacia delante".
Las cuatro nuevas especies pertenecen al grupo de los colémbolos, invertebrados artrópodos parientes de los insectos, los arácnidos o los crustáceos. Tienen esqueleto externo y apéndices articulados (patas y antenas) y cuentan con un órgano que les permite saltar, denominado furca.
Baquero señala que son muy abundantes en la naturaleza: "Los colémbolos están por todas partes, en cualquier lugar del mundo, incluidas las zonas ártica y antártica, trópicos, desiertos, etc. Viven sobre las plantas (hay incluso algunas plagas agrícolas), sobre y bajo la hojarasca, bajo el suelo, en las cuevas, en las macetas de casa… Se alimentan sobre todo de los hongos que crecen sobre la materia orgánica (restos de plantas, excrementos). En las cuevas son habituales sobre los hongos que crecen sobre las hojas que entran en la cueva con las corrientes, o sobre los excrementos de los murciélagos".
Según explica Sofía Reboleira, el 'CAVEX Team' lleva más de 10 años explorando esta sima con el objetivo de estudiar la biología de la cueva: "Debido a que se trata de la más profunda del mundo, podría revelar una fauna muy interesante, especialmente en zonas profundas". Hasta ahora, dice la investigadora, no se conocía fauna cavernícola por debajo de los 1,000 metros de profundidad, "de modo que encontrar vida a estas profundidades ya es notable", señala.
Además de la oscuridad y las altas temperaturas, a estas profundidades escasea la comida:  "El medio subterráneo depende, generalmente, de la materia orgánica que es arrastrada por el agua hacia el interior de la cueva. Cuanto más profundas son, más difícilmente llegará alimento para sustentar a una comunidad biológica. Por otro lado, esta sima está situada en una zona remota y poco explorada desde el punto de vista bioespeleológico, lo que aumenta considerablemente el potencial para revelar interesantes novedades para la ciencia", añade.
"La exploración espeleológica del verano de 2,010 estaba centrada en buceos técnicos en el último sifón [masa de agua dentro de una galería] conocido de la sima, situado a 2,140 metros de profundidad. Varios miembros del 'CAVEX Team' bajaron para bucear y de paso realizaron muestreos de fauna", explica Reboleira.

Una compleja expedición

Para poder llevar a cabo esta compleja expedición, que se prolongó durante un mes, hubo que reunir un equipo humano de casi 30 personas y conseguir el equipamiento de espeleología necesario para descender a este inhóspito lugar: "El equipo humano estaba compuesto por espeleólogos expertos con formación específica en exploraciones y dominio de técnicas de progresión espeleológicas, sobretodo las verticales. A partir de los 1.400 metros de profundidad hay que pasar varios sifones utilizando técnicas y equipamiento de espeleobuceo", afirma la investigadora.

"A lo largo del desarrollo vertical de la cueva hay varios campamentos subterráneos donde los espeleólogos pueden descansar, comer y dormir, para seguir explorando", señala
La expedición estableció el campo base a unos 2.500 metros de altura, muy cerca de un boquete en el suelo que da entrada a las entrañas de la tierra. "Esta es una cueva de origen kárstico de alta montaña, así que no esperaban encontrar absolutamente nada", explicaba ayer a este diario el arqueólogo y espeleólogo español Sergio García-Dils, coordinador de la expedición de CAVEX.
En agosto de 2010, una expedición hispano-rusa halla cuatro nuevos tipos de artrópodos siendo dos de ellos los encontrados a mayor profundidad (en tierra) en el planeta. Miden entre uno y cuatro milímetros, no tienen ojos ni pigmentación. El espécimen encontrado a mayor profundidad, 1,980 metros, ha sido nombrado como Plutomurus ortobalaganensis. Los otros tres se encontraron a menor profundidad y han sido llamados Anurida stereoodorata (a 70 metros de profundidad), Deuteraphorura kruberaensis (a 15 metros de profundidad) y Schaefferia profundissima (a 1,600 metros de profundidad).

Plutomurus_ortobalaganensis



De todas las sorpresas que creían que iban a encontrar en los recovecos de la gruta, la vida era la menos esperada. "Nos sorprendió encontrar vida en capas cada vez más profundas, tomando muestras a mano", explica Alberto Sendra, entomólogo del Museo Valenciano de Historia Natural y uno de los dos científicos que acompañaron a la expedición CAVEX en verano de 2010. Donde no esperaban más que piedras, Sendra y sus compañeros recogieron "500 o 600 ejemplares" de especies desconocidas. Sendra acaba de publicar junto a taxónomos de la Universidad de Navarra las cuatro primeras nuevas especies que encontró en Georgia. Se trata de cuatro colémbolos, parientes cercanos de los insectos que son capaces de saltar gracias a unas colas retráctiles. "Lo más sorprendente es que se trata de una comunidad de la que ignoramos por qué se ha desarrollado y cómo se organiza la cadena trófica", detalla el investigador. Lo único que saben con seguridad es que la presencia de organismos es constante, independientemente de la profundidad a la que miren los esforzados científicos.
El Plutomurus ortobalaganensis, el colémbolo que, por ahora, tiene el récord de ser el animal que vive a más profundidad. Según sus descubridores, el animal se separó de sus parientes de la superficie hace al menos un millón de años para buscar una nueva vida en el abismo. Desde entonces ha cambiado su fisonomía de forma radical para adaptarse a las profundidades: respira por la piel, ha perdido los ojos y a cambio tiene largas antenas cuyas puntas son capaces de verlo todo al tacto, gracias a receptores de productos químicos.

Anurida stereoodorata y sus fotoreceptores



Ongulonychiurus colpus



"Este tipo de organismos fue conquistando las cuevas y cambiando de forma", explica Enrique Baquero, zoólogo de la Universidad de Navarra y uno de los expertos que le han puesto nombre a la nueva criatura de las profundidades. "Perdieron el pigmento, y sus antenas y uñas se alargan para poder andar sobre el agua, como hace este", detalla.
El trabajo de Baquero ha consistido en contar pelos. Los colémbolos tienen en su parte posterior una cola llamada furca con la que pueden saltar varios centímetros. Para organismos que no superan los cuatro milímetros, esto es "como si las personas diésemos brincos de 80 metros", detalla. Además de para saltar, la furca permite señalar si el colémbolo que se tiene entre manos es una nueva especie, uno de los mayores logros para un biólogo. Para saberlo, Baquero tuvo que contar uno por uno los pelos de la furca. El resultado, junto a rasgos como la ausencia de ojos y la gran longitud de las antenas, permitieron nombrar al ortobalaganensis, que significa "asentamiento cercano".
En  España “no se han explorado hasta ahora cavidades de unos 1.600 metros porque pensábamos que no tendríamos éxito", recalca el investigador. La práctica ha vencido, testaruda, a la teoría, como también demostró otro equipo español que encontró en Murcia un seudoescorpión a 1,500 metros.

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